Deporte, salud y bienestar a través de la piscina

21.12.2020

Las piscinas han dejado de ser un elemento puramente lúdico en verano o el lugar de entrenamiento para los nadadores, puesto que se ha demostrado que realizando ejercicio o disfrutando de un largo y tranquilo baño, el agua de las piscinas aporta grandes beneficios al cuerpo humano, tanto física como mentalmente.


UN GIMNASIO ACUÁTICO...  

Las piscinas ofrecen grandes beneficios para la salud a través de las actividades practicadas en un medio acuático, permitiendo hacer ejercicio en casa y así prevenir las dolencias inherentes a la forma de vida sedentaria de hoy en día. Además, cabe la posibilidad de adaptar las piscinas a cada usuario incluyendo equipamiento de balneoterapia, natación a contracorriente u otros sistemas especiales. 

En las últimas décadas se ha pasado gradualmente de grandes piscinas pensadas para la natación, a unas piscinas más pequeñas y enfocadas a la relajación. Actualmente, los usuarios prefieren instalar piscinas enterradas más pequeñas, pero mucho más equipadas para satisfacer los diferentes deseos de toda la familia. 
 
Numerosas piscinas se han modificado para seguir la tendencia del ocio y el bienestar en el hogar. Hacer ejercicio con accesorios esenciales como las tablas y los churros sigue siendo una opción más que factible, pero hoy en día existen muchas otras posibilidades para mantenerse en forma o divertirse en las piscinas. Los profesionales pueden equipar las piscinas con bombas para nadar a contracorriente, arneses para natación, spa, aquabikes o incluso aquaelípticas. 

Los carriles de natación también están muy de moda y permiten nadar considerables longitudes para mantenerse en forma y son piscinas que pueden encajar fácilmente en jardines estrechos.
 
UN ACTIVO PARA EL CUERPO…  

Además de ser particularmente agradable, la inmersión en agua tiene muchas ventajas para todos y para todas las edades. Así, nadar en tu piscina te permite luchar contra el dolor, la enfermedad y el sobrepeso. 
 
La presión hidrostática produce una mejor oxigenación y la resistencia del agua aumenta el trabajo muscular. Permanecer en posición horizontal en el agua, su temperatura y la presión actúan sobre la circulación sanguínea y los tejidos musculares, según afirman los expertos. El efecto masajeador que se genera en el agua de la piscina, actúa principalmente sobre la circulación sanguínea combatiendo así los problemas de mala circulación, como las piernas cansadas. Por otro lado, la presión hidrostática mantiene el sistema venoso más firme.
 
Pero la natación también puede tonificar suavemente todo el cuerpo. En las piscinas, el agua genera resistencia frente a los movimientos, por lo que se solicita un mayor esfuerzo en los grupos musculares. La resistencia del agua tiene muchas ventajas respecto a la misma actividad practicada fuera del agua: mayor rentabilidad (tiempo / trabajo), mayor gasto de energía, fortalecimiento de los "músculos débiles", menos riesgo de traumatismo y rigidez muscular, etc. En el agua, la frecuencia cardíaca es más moderada, lo que permite un mejor control de la respiración y por tanto hacer más ejercicios musculares. 
 
La ingravidez aliviará tus articulaciones y el agua protegerá tu corazón. Cuando te sumerges hasta el cuello en una piscina, te deshaces del 90% de tu peso corporal. Esto te permite no sentir dolor en las zonas de sustentación o apoyo del cuerpo, se obtiene una mayor amplitud de movimientos, se relajan tus músculos posturales alrededor de la columna y puedes fortalecer otros grupos musculares. La ingravidez parcial creada dentro del agua de la piscina alivia las articulaciones. Todos estos beneficios pueden ser reforzados con equipos de balneoterapia, natación contracorriente, chorros estimulantes, etc. cada vez más presentes en las piscinas. 
 
...Y PARA EL ESPÍRITU  

La piscina es, por tanto, una práctica deportiva para todos y beneficiosa para la salud, en particular para las articulaciones y el tono muscular, permitiendo la mejora de las capacidades respiratorias y cardíacas. 
 
La piscina es un elemento que contribuye al buen desarrollo de los niños. Los niños que están acostumbrados a meterse en el agua y nadar trabajan muchos músculos, evitando la tensión en las articulaciones y en su estructura ósea. Estos beneficios derivados de la natación y los ejercicios dentro de una piscina tendrán un papel positivo, aliviando el dolor de rodillas, caderas y espalda que aparecen durante las fases de crecimiento. 

El agua es un elemento tranquilizador que genera placer porque inconscientemente recuerda a todos los bañistas la posición fetal y la sensación de felicidad y seguridad de esta etapa vital. Bañarse es un verdadero momento de relajación y bienestar que permite al cuerpo y a la mente desconectar del estrés y el mundo que nos rodea, convirtiendo a la piscina en un espacio de relajación y paz. Un estudio estadounidense realizado hace unos años demostró que los nadadores están más relajados, tienen menos tendencia a entrar en situaciones de conflicto (enfados o rabietas) y son menos propensos a la depresión.

Finalmente, la piscina también favorece a conciliar un sueño de calidad, regula los ritmos del sueño y es de gran ayuda para mantener el equilibrio psicológico de todo ser humano.